Inteligencia artificial en Medicina





Por todas partes se habla de las ventajas que la inteligencia artificial (IA) puede suponer para el futuro de nuestra vida cotidiana y, entre sus posibles aplicaciones, se hace mención del interés de los profesionales de la salud en aplicarla a la práctica clínica diaria. Pero, a menudo, no se concreta cuándo y cómo estos profesionales deberían hacer uso, o mejor dicho, en qué casos se debería priorizar su aplicación. Haremos un breve comentario en relación con un reciente debate sobre el tema entre investigadores de diferentes disciplinas y, por supuesto, con la participación de clínicos.

Vayamos por partes. Los profesionales de la salud aplicamos en nuestra rutina clínica, sea en la medicina de urgencias o en la atención de la cronicidad, algoritmos de decisión. Para hacerlo fácil, preguntamos: ¿tiene dolor el paciente? En función de que tenga dolor, por ejemplo, en la barriga, si o no, pasaremos a una segunda pregunta o exploración. ¿Ha vomitado? ¿Tiene diarrea? ¿Tiene fiebre? ¿Cuánta? ¿Tiene la barriga dura? Y así sucesivamente. Según las respuestas, iremos orientando nuestra sospecha clínica a un determinado diagnóstico. Este sería un árbol de decisiones fácil o, en apariencia, fácil. Pero hay algoritmos de decisión mucho más complejos, donde se mezclan los datos clínicos actuales y previos, la biología en suero (también llamados análisis clínicos), las pruebas de imágenes (ecografías, radiografías …), los registros eléctricos (electrocardiogramas, electromiogramas …) y, más recientemente – y en algunos casos – análisis genómicos. Y aquí una ayuda no nos iría nada mal. Y más si consideramos las nuevas exploraciones de futuro (microbioma, epigenoma…).

IA y medicina: prueban sistema capaz de imitar a un médico general ...


Inteligencia artificial y toma de decisiones
No hay que ser ningún lince para ver que con la complejidad y la abundancia datos que ya disponemos, la IA nos será útil para procesarlos y facilitar su decisión diagnóstica y terapéutica. No quiere decir que, hoy por hoy, pensemos en un diagnóstico exclusivo de la inteligencia artificial, pero sí en una considerable ayuda en la toma de decisiones. Esta sería una aplicación cercana y factible, y ya es de utilidad en algunas tomas de decisión parciales. En cuanto a la decisión terapéutica, el farmacogenoma y el nutrigenoma, analizados a través de las herramientas de IA, ayudan muchísimo a encontrar el tratamiento farmacológico o la dieta adecuada. Y si no ahora, en poco tiempo. Muy interesante ha sido un trabajo reciente donde en función del patrón patológico de los tumores renales, la inteligencia artificial discrimina qué enfermos tendrán riesgo elevado de sufrir infecciones y cuáles no y, por tanto, con qué habrá que tomar medidas específicas.



¿La IA en la medicina tiene un futuro tan brillante como se cree?

Comentarios

Entradas populares